ivana LOVES canvas

Ivana loves canvas

by Pol Cercós Güell

Cuando miro a Ivana veo a una niña de 6 años, inquieta, con ojos grandes y vigilantes, con una sonrisa traviesa, feliz con papel y una caja de rotuladores.  

Ivana vive en una casa preciosa al lado del mar, con un taller cerca del cielo. En aquel espacio se respira magia, la magia de una artista con pasado, presente y futuro. Su obra resulta entrañable en todos los aspectos posibles, realzando la ternura en las formas y cuerpos que se descubren de entre las figuras abstractas, conviviendo entre el detalle y el todo, tomando los matices entre las distintas sociedades en las que Ivana ha tenido la suerte de vivir y gozar a lo largo de su vida. Aún así, se presenta ante nosotros como una humilde buscadora de lo alternativo, de un coctel de conocimientos y experiencias que se aprecian lienzo tras lienzo, incansable, con el fin del arte por arte. 

Su trabajo, producido a un ritmo frenético, se hace nada evidente, pues cada vez que visito una de sus exhibiciones me sorprende. Entrelazando imagen y técnica, colores y texturas, nutriéndose de cualquier tipo de información que le llega, y eso la convierte en una constante remodelación de estilos mixtos y alternativos, extractos de diferentes culturas y sus propias impresiones de aquello que la rodea, consiguiendo que el espectador quede inundado por tal convivencia del efecto emocional y visual que emanan un amor incondicional hacia el arte.