...y en lunes por la mañana el surrealismo esperaba agazapado como un duende para que mis ojos descubrieran que durante el findesemana habían llovido pétalos de flores sobre mi coche, ..infinitos pétalos de flores esparcidos como quiriendo, que si no hubiese sido por el árbol del castillo habría pensado con toda seguridad que alguien los había puesto allí...
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